sábado, 20 de diciembre de 2014

Resumen "Estrategias económicas, intervención social del Estado y regulación de la fuerza de trabajo"

      Estrategias económicas, intervención social del Estado y regulación de la fuerza de trabajo
 Rosalía Cortes y Adriana Marshall   

La intervención social del Estado regula el mercado de trabajo mediante tres instrumentos: medidas de política laboral, provisión estatal de bienes, servicios y transferencias y seguridad social.
Las políticas hacia el mercado de trabajo constituye el instrumento de regulación estatal del mercado de trabajo por excelencia. Su componente más importante es la legislación del trabajo que establece las condiciones de contratación y despido así como los niveles de remuneración. C a determinar el poder relativo del trabajo y el capital, también las medidas de la política del trabajo incluyen  a regulación del volumen, características y distribución de la oferta de trabajo, por ejemplo: reclutamiento de mano de obra extranjera, movilidad geográfica y pautas dirigidas a alentar o desalentar el empleo de grupos específicos de trabajo.
La provisión estatal de bienes y servicios y transferencias (Educación, vivienda, salario etc.) se lleva  a cabo con los recursos obtenidos de la recaudación tributaria y lo destina a subsidios, consumo colectivo etc. Este instrumento actúa como mecanismo de regulación en tres direcciones:
-Contribuye a adaptar el volumen y calidad de la oferta de trabajo a los requerimientos de acumulación, proyectando la dilapidación de la fuerza de trabajo.
-Influye sobre el nivel de vida de los asalariados debido a la redistribución del ingreso que se opera desde el Estado, también permite que ciertos bienes y servicios no tengan que ser adquiridos con el salario.
-Incide sobre las tasas de participación en la fuerza de trabajo.
El sistema de seguro social provee de ingreso a los asalariados en inactividad forzada. Las transferencias monetarias de seguridad social permiten reducir la responsabilidad de las familias en solventar el consumo de los inactivos y desempleados. La seguridad social también establece límites en el uso de la fuerza de trabajo a través del sistema de jubilación, por lo tanto regula el volumen de la fuerza de trabajo.
Estos tres instrumentos de regulación controlan el conflicto social y frenan protestas en situaciones de crisis. La represión también es considerada como instrumento de la intervención social del Estado.

El modelo agroexportador (1890-1930) La construcción de la protección social.
El crecimiento agropecuario trajo una ola de industrialización. La demanda de mano de obra del sector agropecuario y la escasez de fuerza de trabajo estimuló la inmigración. Con el crecimiento de la clase trabajadora y desarrollo de las primeras luchas obreras surgieron los primeros sindicatos.
A pesar de la creciente demanda y salario relativamente elevado, las condiciones laborales y de vida de los trabajadores eran miserables y objeto de reclamos por los sindicaos, inquietando a la élite gobernante.
El alto costo de vida, precariedad laboral, ausencia de leyes protectoras, problemas de vivienda, huelgas y reclamos llevaron a la elaboración de leyes con contenido protector.
En 1902 se aprobó la Ley de Descanso Dominical que obligaba a los empleadores a compensar a los trabajadores por accidentes de trabajo.
En las últimas décadas del siglo XIX se impulsó la educación gratuita obligatoria y hubo un proyecto de construcción de casas baratas para trabajadores. Se renovaron entre 1880 y 1990 instituciones de salud, organizando la asistencia pública por la creciente demanda que generaba la urbanización. El Estado también organizo y financio el sistema jubilatorio para empleados de administración pública.
En el siglo XIX también surgieron instituciones protectoras llamadas mutualidades que reclamaban intervención estatal y estaban vinculadas a sindicatos, eran heterogéneas en términos de número de beneficiarios y recursos. El principio básico de financiamiento era un sistema de seguro basado en aportes personales de los trabajadores. Para el siglo XX propusieron que los y afiliación tuvieran carácter obligatorio, las mutualidades constituyeron el precedente de lo que luego serían las obras sociales.
Las elites comenzaron a sentirse amenazadas por la creciente ola de trabajadores con militancia anarquista, estas elites estaban interesadas en la sanción de leyes que protegían el trabajo de menores, mujeres e inmigrantes.
A lo largo del período de 1916 el Estado recurrió frecuentemente a la represión directa de las luchas obreras.
En resumen, la intervención social del Estado resulto de la escasez de mano de obra, las continuas luchas de los sindicatos y una ideología modernizante de la elite del siglo pasado cuyo énfasis sobre el progreso la llevo a implementar la educación gratuita y obligatoria que a su vez resulto un instrumento para su propósito de homogeneizar la fuerza de trabajo.
La crisis de 1930 resquebrajo el modelo económico agroexportador, provocando desempleo masivo, uso de represión en huelgas, restricción y discriminación de extranjeros y limitación de ideas socialistas.

Sustitución de importaciones industriales (1943-1976) La consolidación de la protección social.
La redistribución del ingreso de la ISI hacia el sector asalariado fue el principal elemento de este periodo. El crecimiento de la industria se basó en la producción de manufacturas e incorporación de trabajadores.
La mecanización de la agricultura generó disponibilidad de oferta de trabajo que migró al sector industrial. La subordinación de la estructura sindical al Estado fue la resultante de la combinación de coerción y cooptación que prevaleció durante el Peronismo.
Se reforzó la legislación laboral, hubo nuevas leyes que contribuyeron a la negociación colectiva y seguridad social. Creció el gasto público y actividades de beneficencia a los sectores medios y bajos. La regulación estatal modifico las condiciones de trabajo y el sistema de relaciones laborales, incluyó vacaciones pagas, aguinaldo e indemnizaciones por despidos, el gobierno otorgaba beneficios a afiliados sindicales y se promovieron los convenios colectivos.
Se desarrolló  la seguridad social, se reguló el sistema jubilatorio, se incrementaron fundaciones subsidiadas por el Estado y quienes carecían de seguro social poseían derecho a asistencia Estatal. La política salarial, subsidios indirectos al consumo de alimentos y control de alquileres, así como el creciente salario social, fueron claves en el fortalecimiento del poder adquisitivo y consolidación del mercado interno.

1955-1976 Decadencia de la protección del trabajo y seguridad social
Para el ´50 era claro el estancamiento de la producción manufacturera. A partir del ´55 hasta el ´73 los objetivos de las políticas económicas fue la obtención de divisas para importar los bienes intermedios y del capital necesarios para la producción manufacturera e incentivar la inversión a través del estímulo de ahorro interno y creación de facilidades para la inversión extranjera, la cual lideró el proceso de restructuración de la industria.
Entre 1955 y 1973 los sucesivos gobiernos intentaron debilitar los sindicatos percibidos como el obstáculo que impedía la reducción de la participación de los asalariados en el ingreso, sin embargo los sindicatos continuaron movilizándose.
Los instrumentos de intervención social fueron modificados, el sistema de salud comenzó a derrumbarse, los sindicatos tuvieron menor actividad, El periodo inmediato posterior a la caída de Perón (19955-1958) se caracterizó por: el desmantelamiento de la estructura del gobierno peronista, hubo intervención de sindicatos, “flexibilización” de la jornada de trabajo, regulación del derecho a huelga, descentralización de inspección de trabajo y reducción del papel de los sindicatos en cuanto a la determinación de los salarios y condiciones de trabajo.

1966-1973 “Revolución Argentina”
El gobierno militar de la revolución Argentina” (1966-73) emprendió un nuevo plan de estabilización y formuló un nuevo programa de crecimiento económico basado en la industria. En este contexto se produjo:
Suspensión la negociación colectiva, regulación del derecho a huelga, flexibilización el uso de la fuerza de trabajo, se limitó los derechos de los asalariados referidos a la determinación de salarios y condiciones de trabajo. El gobierno también aporto medidas protectoras como la prohibición del empleo de inmigrantes clandestinos, extensión de indemnización por despido y el sistema jubilatorio se extendió a todos los asalariados privados y públicos. Se creó también el retiro para los trabajadores independientes, las obras sociales se consolidaron mediante una ley nacional que reguló su funcionamiento y la creación de una institución centralizadora con representación de sindicatos y el gobierno, constituyendo la base para la extensión de la cobertura de salud, ya que establecía contribuciones obligatorias de los asalariados y los empleadores. La consolidación de la seguridad social fue la estrategia del gobierno para compensar la caída de los salarios.
El retorno del Peronismo al gobierno, luego de las elecciones de 1973 trajo aparejada una serie de reformas significativas a la legislación laboral, pretendió expandir el mercado de trabajo a través del crecimiento de la participación de los asalariados en el producto. El primer código nacional del trabajo introdujo mecanismos para fortalecer la posición de los trabajadores, hubo cambios en la organización de los sindicatos que les proporcionaron mayor autonomía financiera y política, el gobierno también impulsó un pacto social entre los trabajadores y empleadores nucleados alrededor de la Confederación General Económica, con el fin de alcanzar un acuerdo conjunto sobre salarios y precios para controlar la inflación y asuntos vinculados con la política económica, pero el proyecto no prosperó, por lo que la negociación colectiva volvió a ser el ámbito en que se llevó a cabo la determinación de los salarios.  

Restructuración económica y desindustrialización (1976)
El gobierno propuso restructurar drásticamente los sindicatos y la economía, congeló salarios, libero el mercado interno y lanzó políticas de apertura económica. La regulación del mercado de trabajo trajo consigo: reducción de los costos laborales, se culpó a los sindicatos de la hiperinflación desencadenada en 1975 y de una serie de “distinciones” en el mercado de trabajo: ausentismo, baja productividad, alto costo laboral, salarios rígidos a la baja y excesiva homogeneidad salarial que afectaba las pequeñas industrias, se evitaron los despidos masivos para no generar aumento dela conflictividad social. La negociación colectiva fue reemplazada por el control gubernamental de salarios, se suprimió el derecho a huelga, se redefinió la estructura de seguridad social, desplazando el mayor peso a la redefinición de los salarios, las obras sociales fueron intervenidas y sustraídas del control de sindicatos
Según la visión del gobierno la redistribución de ingresos hacia el capital y disciplinamiento del trabajo estimularía el ahorro interno, esto finalizó con la fuga de capitales, aumento de la deuda externa, estancamiento, falta de ingresos tributarios acentuando la crisis fiscal de estado.

1984-1989 Impasse en la intervención social del estado.
El retorno de la democracia a fines de 1983 no trajo aparejada la restauración de las pautas de intervención social del estado previas a 1976. El periodo se caracterizó por una aguda concentración del ingreso, creciente desempleo y niveles de pobreza, debido a políticas estatales, caída de la inversión y planes económicos fracasados.
El  programa inicial de intervención social incluía: “Democratización” de sindicatos, suponiendo que desplazaría la burocracia sindical por medio de elecciones, pero finalizó legitimándola.
Creación de un sistema de salud amplio, universalista, organizado y regulado por el Estado, las obras sociales continuarían separadas de los sindicatos quedando los fondos fuera de su control. Este proyecto fracasó debido a la fuerte oposición de los sindicatos y empleadores.
La caída de empleo y salarios contrajo la masa salarial, principal fuente de ingresos del sistema de seguridad social afectado por la economía clandestina y precariedad. El sistema jubilatorio continuó deteriorándose, hubo una importante reducción del gasto público acentuándose la precariedad de servicios sociales e infraestructura.

1989 ¿Hacia un nuevo modelo de intervención social del estado?
El gobierno justicialista electo en 1989 puso en marcha una estrategia neoliberal para definir la intervención social del estado. Las políticas apuntaban a:
-Desregular los mercados y reducir la esfera de la actividad estatal en la economía y áreas sociales
-Reducción del salario y del empleo, deterioro de las prácticas contractuales, continuando el decaimiento de los sindicatos.
-El gobierno fragmentó el movimiento sindical, otorgando beneficios a algunos sindicatos a cambio de apoyo económico.  

-Se discutió Ley Nacional de Empleo que flexibilizaría contratos de trabajo; el decreto que restringe el derecho a huelga; propuestas de privatización de sistemas previsionales y elevar la edad de retiro. 

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